CIUDAD DE PANAMÁ-PANAMÁ (por Julio Yao Villalaz)  Hay muchas formas de ser mártir:  Jorge Camacho, Rolando Alberto Perez Palomino, Ascanio Arosemena, los educadores de Chame, asesinados po un gringo, etc.  Ivette era una joven cosmetóloga cuya vida le fue arrebatada por un militar gringo borracho el 4 de julio de 1993, celebrando el Día de la Independencia de EE.UU.  No fue arrestado ni investigado.  Huyó a EE.UU.

CONSEJOS DE BELLEZA POR IVETTE

Ivette era como una panacea.

Era una chica, en realidad, grandiosa.

Hacía más hermosa a una hermosa

y le daba ilusiones a una fea.

Y así decia:

Este color azul le queda bello,

y esta crema le quita su verrugas;

mas si quiere evitar esas arrugas,

póngase estas gotitas en el cuello.

Aplique este champú a su cabello

y, a falta de manteca de tortugas,

tengo algo especial para pechugas

pobladas de granitos y de vello.

Para su cutis, esta mascarilla

hará de usted un ser angelical.

Tan pronto le termine este facial

volverá usted a ser una chiquilla.

¡Realce el color de sus mejillas

Esta sombra va bien con su labial.

Atrévase, señora, a ser sensual

Y súbase la falda a las rodillas.

También hay un calmante para ojos

si no durmió o está de mal talante.

Debe aplicarse usted nuestra hidratante

en esos brazos, porque están muy rojos.

Esta crema contiene valeriana

para manos jóvenes o viejas.

Use un delineador para sus cejas

y mascarillas para sus pestañas.

Si va a la playa, use un protector;

mejor no tener cáncer que estar prieta.

Contra el daño de luz ultravioleta,

No le basta tan solo un bronceador.

Si en varias partes tiene la piel dura,

Deberá probar nuestro defoliante;

y hay, también un gel adelgazante

para su celulitis y gordura.

Para sus callos, un buen exfoliante

la librará de toda esa piel muerta.

Aproveche que ahora está en oferta

desde esta semana en adelante.

Y si tiene en su piel algo anormal,

una mancha, picada o quemadura,

tenemos una milagrosa cura:

¡Nuestra mágica Crema Universal

Como usted ya pasó la primavera,

(y no frunza, señora, su entrecejo),

no me malinterprete este consejo:

A usted ya no le sirve el Aloe Vera.

Para su cutis, que lo tiene graso,

hay un perfecto acabado sedoso.

Para su amigo, amante o esposo,

dele un desodorante para el grajo.

Y si, luego de esos medios,

ya no recuperara su belleza,

debemos decirle con tristeza

Que, en casos como usted, ¡ya no hay remedios

(4 de julio de 1993).